Planteamiento del problema
Guatemala es un país que se ha caracterizado socialmente por
la cantidad de prejuicios que existen y la desinformación sobre ciertos temas,
entre ellos el tema de la diversidad sexual, como consecuencia. Las personas de
la comunidad LGBTIQ+ están constantemente en riesgo. La violencia sistémica
alimentada por el prejuicio, la ideología y el conservadurismo del pueblo
guatemalteco está en el centro de este pueblo que se centra en ataques, actos
de discriminación y asesinatos.
Los perpetradores de delitos contra la comunidad LGBTI rara vez son identificados y procesados, lo que socava el sistema legal y los protege sin tener en cuenta los derechos de las personas vulnerables. Se les conoce como delitos de odio, sin embargo, al ser el “odio” al ser un sentimiento, no se puede demostrar completamente el daño físico o emocional al agraviado, eso también es un obstáculo para disminuir los delitos en contra de las personas de la comunidad LGBTIQ+. A nivel social existe discriminación, violencia y abuso por parte de las personas LGBT El gobierno de Guatemala no cuenta con un registro unificado de delitos contra la comunidad LGBT.
Guatemala tiene leyes en contra de la homosexualidad. El
veredicto de culpabilidad, la prohibición real, refleja la continua violación
internacional de las feministas, lesbianas, bisexuales y personas. Como
"Primera información nacional sobre la situación de los derechos humanos
de las personas de los derechos humanos de las personas de las de los derechos
humanos de las de los derechos humanos de las personas de las de los derechos
en más alto riesgo" aprobado por y Procuraduría de los Derechos. Humanos,
OPS/OMS, UNUSIDA y USAID/PASCA (Programa C paratroameseri) al VIH), entre 2009
y 2010, las personas trans registraron 25 denuncias, todas enfocadas en
agresiones físicas y violaciones al derecho a la vida, incluyendo cero.
Una y otra vez la misma comunidad guatemalteca -las
personas, grupos y organizaciones defensoras de los derechos humanos- en su
incansable lucha por la justicia, la dignidad y el bienestar humano, exigen y
conducen a la creación de una Guatemala tolerante. Homofobia y transfobia
libres. Las personas LGBTI+ viven en situaciones difíciles todos los días.
Todavía 69 países criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo,
millones de gays, lesbianas y bisexuales viven con miedo de ser quienes son y
mostrar quiénes son. En al menos 26 países, los homosexuales son castigados y
la violencia no tiene precedentes en el mundo.
Guatemala es uno de esos países donde se necesita más
conciencia y trabajo para eliminar la discriminación contra las personas
diversas. Las personas de la comunidad son atacadas por la Iniciativa
de Ley 5272, ahora Decreto 18-2022, es una ley discriminatoria, represiva, machista
y homofóbica. El Congreso de Guatemala votó a favor de una ley que prohíbe
el matrimonio homosexual y eleva la pena de prisión por aborto, que solo se
permite en el país cuando la vida de la madre corre peligro, el decreto 18-2022
es también una iniciativa altamente discriminatoria, pues prohíbe de
manera explícita las uniones entre personas del mismo sexo al establecer que el
matrimonio únicamente será reconocido cuando sea la unión de hecho entre una
mujer y un hombre “de nacimiento”, y limita el derecho a la familia al negar la
existencia de familias diversas. Esta ley hace también que las personas
LGBTIQ+ pierdan sus derechos en el país.
Las personas de la diversidad sexual en Guatemala sufren la
exclusión social de diferentes formas. Y si bien hay esfuerzos de los
colectivos LGBTI+, una sociedad civil organizada en defensa de sus derechos,
con una institucionalidad débil y un presupuesto público mermado por la
corrupción, ser parte de una población invisible significa estar sometida a una
violencia constante.
Para lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, intersexuales
y otras identidades sexualmente diversas (tradicionalmente abreviadas como
LGBTI+), vivir en Guatemala significa experimentar realidades que las personas
heterosexuales y cisgénero no experimentan. Sin embargo, a nivel nacional no
existen leyes ni marcos institucionales en los que esta población actúe como
objeto y sujeto.
“En Guatemala todas las personas son libres e iguales en dignidad y derechos”, reza el artículo 4 de la Constitución Política de la República de Guatemala. Pero, aunque habla de libertad e igualdad, este postulado no garantiza por sí mismo ni siquiera una adecuada atención institucional a las personas de la diversidad sexual. Y no existe otro mecanismo legal para su protección.
Y es que no es fácil vivir en un país así. Las altas tasas
de delincuencia y desempleo, combinadas con el acceso limitado a la justicia,
la atención médica y la educación, hacen que la vida sea difícil en promedio,
pero casi imposible para una persona LGBTI+. “Hay tres formas de obtener los
derechos: un decreto en el que el ejecutivo los reconozca, una ley aprobada por
el legislativo, o un poder judicial los legalice buscando justicia. Pero no
vemos que ninguna de estas organizaciones sea progresista y reconozca los
derechos de las personas LGBTI+ y lidere un cambio transformador para mejorar
su atención y condiciones de vida”, explica Daniel Villatoro, director de
Visibles, una ONG enfocada en las personas LGBTI+.
La ley propone eliminar la Educación
Integral en Sexualidad, así como también propone censurar y dejar de hablar
sobre temas LGBTI+, legisla en contra de la comunidad y mujeres. Esta ley
carece de coherencia además de ser anticonstitucional y "Pro-Vida"
¿Qué atención
estatal les brindan a las personas LGBTI+ en Guatemala? ¿La homofobia daña a la
comunidad LGBTIQ+? ¿De qué manera afecta en el autoconcepto?
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